16/1/09

¿Es eso una guerra? por Rubén Dri

Nos anuncian los diarios y los cables de televisión que en el Medio Oriente, más precisamente en los 460 kilómetros que conforman lo que se denomina la “Franja de Gaza”, donde viven un poco más de un millón de personas, se desarrolla una terrible guerra cuyos resultados hasta el momento son: de un lado más de 400 muertos, unos 2.500 heridos, mezquitas y hogares destruidos, y del otro lado, 4 muertos y algunos heridos.


¿Es eso una guerra? ¿No se trata de una masacre? La versión que más se lee en los medios gráficos y se escucha en los canales es que se trata de la guerra entre el Estado de Israel y el grupo terrorista Hamas. Pero si el grupo Hamas es terrorista, ¿qué es el Estado de Israel? Naturalmente que este Estado no está solo. Sin el apoyo constante del mayor Estado terrorista de la historia no podría realizar la hazaña de destruir impunemente a una población encerrada en 460 kilómetros de los que no se puede mover.


Pero tamaña masacre no sería posible sin otro apoyo fundamental, el de la hipocresía de las poderosas naciones occidentales, la mayoría de las cuales tiene la mala conciencia del genocidio nazi del que se saben cómplices.


El Estado de Israel está cometiendo el peor de los errores, asentarse sobre el terror que inspira la fuerza. Los actos terroristas que hoy está perpetrando sobre la población palestina de la Franja de Gaza son semillas de un odio que lo perseguirá por largo tiempo. Ningún Estado se puede mantener durante mucho tiempo sobre el terror.

Impresiona la sangre fría con la que de parte israelí se habla del “costo de vidas humanas”. “Hamas debe asumir el costo de las víctimas inocentes de este conflicto” informa el diplomático israelí en nuestro país, Herzl Inbar. Se trata simplemente de un “costo” del que los victimarios no son culpables. Más cínica todavía, Tzipi Livni, canciller del Estado de Israel, al comentar la situación humanitaria de la ciudad de Gaza expresó que la situación “está como debe ser”.


Los bombardeos a Gaza, ciudad abierta, ¿no constituyen crímenes contra la humanidad?


Creíamos que la experiencia de la Segunda Guerra Mundial había sido suficiente. Parece que no, parece que quienes la sufrieron sienten la necesidad que otros la sufran. La excusa de que la pretendida guerra es contra Hamas y no contra la población palestina de la Franja se transforma en una abstracción frente a la terrible realidad de familias, mujeres y niños destrozados.


Todos los que hoy asistimos a esta masacre y no hacemos nada para detenerla, nos transformamos en cómplices de la misma. Es el momento de alzar la voz, de moverse para frenar esta atroz masacre de un pueblo al que se lo tiene encerrado en su Franja como en una cárcel.


Buenos Aires, 3 de enero de 2009

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